20 junio 2007

Una Nueva Hebra...


De pronto, encontrarse con unos ojos que miran todo con inocencia, sin dobleces, con la genuina alegría de estar vivo, echándose infinitos dolores al bolsillo para olvidarlos, alli. Agradeciendo a la vida en vez de cobrarle. Asumiendo con simpleza que cada minuto es irrepetible y que vale la pena vivirlo no importa lo extremo del momento...

De pronto, que el cielo se despeje y el sol lo domine todo, y que la frescura después de la lluvia te despierte con una caricia contundente y maravillosamente poco sutil...



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