25 junio 2006

Prometeos: Cuando los Zapatos Aprietan, Buena Señal...!!!

"Lo verdaderamente nuevo da miedo o maravilla. Estas dos sensaciones igualmente cerca del estómago acompañan siempre la presencia de Prometeo; el resto es la comodidad, lo que siempre sale más o menos bien; los verbos activos contienen el repertorio completo.
Hamlet no duda: busca la solución auténtica y no las puertas de la casa o los caminos ya hechos -por más atajos y encrucijadas que propongan. " ('Qué tal, López', en "Historias De Cronopios y Famas", J. Cortázar)

El arte de romper las rutinas abre un insospechado espacio para la libertad. Porque las rutinas son los mecanismos que facilitan cerrar los ojos y asumir sin cuestionamientos una realidad prefabricada que nos han vendido y dado a tragar. Y damos por obvio que las cosas se hacen de una manera, en un cierto orden, con una cierta gente y a una cierta hora o edad. Tal como nos lo han dicho desde siempre...

Más allá de los infinitos tópicos que este tema abre (por lo menos a mí...), desde el año pasado inicié más o menos sistemáticamente un ejercicio simple y que ha sido ilustrativo y sorprendente. Dejar de dar por supuestas la mayoría de las cosas que se me puedan ocurrir. Esta nueva ruta me ha impulsado a situaciones de todo tipo, desde las más castizas, como lavarme los dientes con la derecha (siendo zurda); caminar por mi casa en la noche completamente a oscuras, dormir cuando se supone que esté despierta o dedicarme a pasar la aspiradora a las 3:30 de la mañana (en dia laboral) porque era lo que tenía ganas. La idea: tensionar lo obvio, lo dado por sentado. Como ejemplos, son simples y parecen superficiales; pero sirvan para decir que me han abierto la certeza que cuando uno cuestiona un supuesto de como se supone que se hacen las cosas, finalmente queda un espacio suspendido que se abre a la libertad. Una libertad gozosa que muestra que la realidad no se quiebra en pedazitos si dejas de aplicar las viejas respuestas. Una libertad que es gozosa porque se conecta con empezar a escuchar la propia voz, esa que suele estar tan oculta entre todas esas otras voces de allá fuera, con tanto volumen y tan constantes, que muchas veces ocultan, silencian o se confunden con la propia. Porque, cuando aparecen respuestas, se han preguntado "¿quien está diciendo eso?" No siempre es uno... (Como la mente foránea, en dichos de Castaneda).

Cualquier síntoma de que las cosas no funcionan, puede llegar a ser una gran oportunidad para escucharse, no? Para abrirse a una otra cosa... La posibilidad de construir y crear una ruta propia y personal, y no seguir los caminos ya inventados, sabidos y recorridos se me ha aparecido como un imperativo cada vez más importante... Porque son parte de las respuestas-tipo a cosas que la gente podría llegar a preguntarse. Más bien para evitar hacerse preguntas. Y la ruta construida es propia, decidida, autónoma. Sin ninguna certeza de adónde nos llevará, o si nos "conducirá a alguna parte". Pero, ¿acaso es posible moverse y no ir a ninguna parte? Más bien se trata de esa (ojalá) maravillosa incerteza de asumir no saber adonde vamos realmente. Porque, las (pseudo)seguridades de 'saber' adonde vamos (propias de las respuestas externas y prefijadas) no son tales. La casapropia/elauto/elperro/losniños/elsueldo no son una respuesta a nada en sí mismos, sobre todo cuando nos ocurren para evitar las preguntas.

Cuando uno empieza al fin a cuestionarse las respuestas a una pregunta que nunca se atrevió a formular, comienza la fiesta...

Probablemente la única certeza que tenemos es que no halla certeza de nada. Todo está en construcción continua. Todo puede cambiar (y lo hace) a cada momento. Y las necesidades de seguridad y certeza nos pueden hacer hipotecar la vida. Porque es más cómodo y seguro el camino conocido por todos. Pero de alguna manera construir el propio obedece a un devenir más autónomo (y a veces más solitario); que es inagural siempre. Aunque no sea obvio desde afuera, ni estridente, ni llamativo, ni apoteósico. Solo es propio, genuinamente propio.

No hay comentarios.: