01 septiembre 2006

PASATIEMPOS INUTILES I: Cambiarle las Letras a las Canciones

O “Mi Verificador Azul Ayer Se Me Peerdióoo....” (Lo siento Pepa López, no pude evitarlo…)


Cambiarle las letras a las canciones con fines humorísticos es otra costumbre inútil y sistemática en mi vida. Me encanta!!! Es un pequeño vicio que tengo desde chica y que he compartido con maravillosa complicidad con ciertos seres importantes de la vida (la mayoría humanos…)

Debo confesar que es una práctica que puede llegar a ser bastante incomprendida y molesta para aquellos que se toman las cosas muy en serio. Incluso he llegado a sentirme completamente hereje, por lo sacro que pueden llegar a ser algunas canciones y autores (o por lo concretamente sagrado de asuntos como los rezos… ) Pero bueno, lo siento mucho pero mi humor es así!!

Porque…admito que es una lata cuando alguien le cambia –humorísticamente- la letra a tu canción de amor favorita, y con ese acto vuelve bastante más castizos tus serios recuerdos amorosos. O cuando la parodia afecta a algún “sagrado” de la música. Pero… aceptémoslo (o aceitémoslo)!!! Puede llegar a ser muy gracioso en el momento adecuado. Y además… soy democrática para el humor y la cosa puede afectar a cualquiera (desde Silvio a Los Nocheros). Por lo demás, asumo que el humor me afecta mas allá de lo romántica o políticamente correcto...

Este pasatiempo inútil suele venírseme de improviso, casi como si yo oficiara de médium de un espíritu juguetón y travieso, pero…. No. No le voy a echar la culpa a nadie. Asumo. A veces la ocurrencia se me viene cuando estoy sola... Pero disfruto de cambiarle las letras a las canciones aún más cuando es en compañía. Porque cuando las nuevas letras (o plagios) surgen con otros son unos tremendos catalizadores para ponerle humor a situaciones no tan graciosas.


Finalmente de lo que se trata es de cómo el humor nos permite los cambios de enfoque y la liviandad necesaria para reenfocar cosas que a veces van tomando demasiado peso y seriedad. Creo que es por eso que no siempre son las canciones el objetivo y el medio. De hecho recuerdo con mucho cariño la adaptación del Credo Católico que hicimos en tiempos de mi apasionado romance con el Psicoanálisis. El Psicoanálisis me gusta mucho todavía, pero... la “institucionalidad psicoanalítica” tan seria y grave me (nos) elicitó un Credo completo alguna vez. Todavía recuerdo algunas cosas...

Creo en el Inconciente Todopoderoso
Creador del lapsus y del chiste
Creo en Sigmund, su único hijo
Nuestro Señor
Que fue concebido por obra y gracia
Del Complejo de Edipo
Padeció bajo el poder de la Neurosis
Y así...


Quizás aclarar que esto siempre me surge desde lo lúdico. El acto de humor relativiza, cuestiona y, lo mejor de todo, nos permite disfrutar de un buen momento... Por lo demás, estoy dando demasiadas explicaciones, no? Y esto se trata de pasatiempos inútiles...

No hay comentarios.: