Las madrugadas -en lo concreto, las 4 de la mañana- inspiran de una manera particular, y permiten mirar las cosas de manera que se agradecen. Aqui va el fruto de los ¿"clásicos"? balances que surgen tan espontáneamente en fechas como ésta, y que dejan un muy buen sabor:
- Iniciar la semana con el reencuentro con una amiga, y ratificar lo entretenido, iluminado e impredecible que puede ser seguir el camino de la propia voz y el propio corazón en la vida (¿No habrá sido ”V” de “Verdad”?)...
- Disfrutar en las vísperas, de un regaloneado y delicioso almuerzo a la italiana con “La Famiglia” de mi corazón...
- Ser beneficiaria de una prometedora tirada del Tarot de “Master Eight” ...
- Despertar el día del cumpleaños, justo a la temprana hora del nacimiento, en un estado de lucidez alucinante, valga la paradoja...
- Que la primera conexión con el mundo en ese día sea una temprana llamada telefónica desde un puerto sureño, con el coro de cumpleaños más emocionante y vibrante que se pueda imaginar...
- Recibir besos, abrazos, llamadas, correos, chateos y mensajes de toda índole llenos de saludos, cariños, flores y música...
- Almorzar con el equipo de trabajo más superpoderoso y heroico que he visto, y compartir en ese acto todo el afecto, cariño y golosería que desplegamos...
- Una inesperada y emocionante retroalimentación telefónica, que ratifica la importancia de darle tiempo y espacio a la amistad y todo lo bueno que nos trae...
- Ser objeto (y emocionado sujeto) de una publicación virtual con un texto maravilloso; hecho con un cariño entrañable y fotos elegidas con corazón...
- Coronar el día del cumpleaños con la cena marítima más exquisita, refinada y amorosa que se pueda crear, en compañía de amigos entrañables y de la suave y potentísima energía de la Antonia en su primer cumplemes...
- Pasar la víspera del cumpleaños de una de las grandes amigas de la vida con ella...
- Cambiarle la energía al cierre de un día de trabajo particularmente apestoso, haciendo conexión simultánea con un Hombre Libre (ocupado pero feliz)...
- Disfrutar abundantemente de claros y embriagantes brebajes como pisco sour peruano, cerveza, vino blanco y champaña a lo largo de la semana...
Caer acompañada bajo los influjos de la luna creciente en Tauro... - Compartir la organización del carrete y los desafíos y aventuras de la vida posmoderna con una chica como Pepa López...
- Haberle puesto “humor frugelé” a una semana dura y a una difícil elección...
- Recibir una fugaz y musical visita del Otromundo, como una caricia que vuelve una y otra vez a centrarla a una, en medio de las vorágines terrenales que amenazan con tempestades irreales...
- Ratificar en plena “Berenjena” la maravillosa alquimia que posibilita que los buenos afectos siempre se mantengan aunque se transformen y evolucionen...
- Tener una tarde de pizza con anchoas o palmitos y una necesaria apertura de alma en el Portal Ex Bahamondes...
- Danzar y ascender a las horas y circunstancias más insospechadas...
- Extrañar y desear la presencia de algunos y algunas; y valorar en ese acto nuestros vínculos...
- Disfrutar de una celebración entretenida, producida, variada, abundante y diversa, con la presencia concreta de amigos y amigas con los que deseaba mucho estar , con la invocada manifestación de otros que estuvieron igualmente sin haber venido y con el placer de haber mezclado a tan entretenida concurrencia... (Y porque pese a que vinieron, los pacos llegaron más o menos tarde...) (Y por la sorpresa inesperada de la Mano de Phillipi, sobre todo para uno...)
- Recibir invitaciones y haber intencionado ya nuevos y entretenidos encuentros, eventos y ocios para lo inmediato (incluido el Parque Forestal y la playa tarotera)...
Ratificar con asombro maravillado que todas estos insospechados regalos (y tantos que se me escapan) son guiños de una larga, continua y vibrante oleada amorosa que nos cruza, envuelve y desordena...
Que más se puede decir. Gracias!!!
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