12 noviembre 2006
El Tercer Ojo de Shiva
Cuenta la leyenda que Parvati y Shiva solían jugar y sorprenderse mutuamente de manera constante. En uno de estos juegos, Parvati decidió acercarse silenciosamente a su marido por atrás, sin que éste se diera cuenta y sin ser sorprendida, cubrió los dos ojos de Shiva con sus manos. Y entonces pasó lo impredecible. No solo se oscureció la vista para Shiva, (…no solo desapareció el mundo entero para Shiva en ese acto de quedar a ciegas…), sino que el mundo entero efectivamente quedó en la más completa oscuridad. Después de todo era un dios… y lo que le ocurre a dios le ocurre al mundo… Y entonces, ante toda esa oscuridad, el ser completo de Shiva reaccionó y del medio de su entrecejo, emergió un tercer ojo, para cubrir la falta de los otros dos. Tercer ojo que volvió a iluminar el mundo. Y que le devolvió la vista a Shiva. Una vista renovada, por cierto. El tercer ojo, representa una conciencia superior.
Y resulta interesante sentir como un momento de oscuridad, intempestivo e incontrolable puede despertar una nueva mirada también en nosotros. Porque los momentos oscuros, donde todo se va a negro, pueden a veces ser fuente de nuevos descubrimientos que nos dejan una nueva mirada para siempre. Porque los aprendizajes o nuevos hallazgos llegan también como chispazos en medio de la oscuridad. Y después de recuperar la vista, las cosas nunca se ven como antes. Que regalo que esa nueva forma de mirar sea ver mejor. Más concientemente, no? A la manera de un nuevo órgano que emerge en nosotros para reemplazar y mejorar una función vital, puede quedar para siempre instalada una nueva forma de mirar el mundo, que es fruto de la respuesta a la oscuridad de nuestro ser completo. La oscuridad es oscura y cuando llega lo ocupa todo. Pero si tenemos la fortuna de dejar que nuestro ser responda a esa oscuridad con la convicción de desear firmemente la luz, con la certeza que no existe otra posibilidad que recuperar la visión, entonces algo se despierta...
Y resulta interesante sentir como un momento de oscuridad, intempestivo e incontrolable puede despertar una nueva mirada también en nosotros. Porque los momentos oscuros, donde todo se va a negro, pueden a veces ser fuente de nuevos descubrimientos que nos dejan una nueva mirada para siempre. Porque los aprendizajes o nuevos hallazgos llegan también como chispazos en medio de la oscuridad. Y después de recuperar la vista, las cosas nunca se ven como antes. Que regalo que esa nueva forma de mirar sea ver mejor. Más concientemente, no? A la manera de un nuevo órgano que emerge en nosotros para reemplazar y mejorar una función vital, puede quedar para siempre instalada una nueva forma de mirar el mundo, que es fruto de la respuesta a la oscuridad de nuestro ser completo. La oscuridad es oscura y cuando llega lo ocupa todo. Pero si tenemos la fortuna de dejar que nuestro ser responda a esa oscuridad con la convicción de desear firmemente la luz, con la certeza que no existe otra posibilidad que recuperar la visión, entonces algo se despierta...
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4 comentarios:
esta bueno, lo que publicaste segui asi! creo tmb lo que pasa que a veces es que cuando la oscuridad llega nuestro ojos pueden ver en ella, y creemos que hemos salido a luz cuando en realidad nos acostumbramos a ella!
Gracias por tu comentario, Kosmos. Un saludo para ti. Gracias por devolverme a este espacio, no me traian de vuelta hace ya tiempo!
muy bueno to articulo, me gustaria saber mas del ojo de shiva y el poder que envuelve
Hola Gabriel. Gracias por dejar tu huella por aqui. Esto lo escribí hace mucho, que lindo que tu comentario me trajera aqui a leerlo de nuevo. Iluminador! Esta historia es de la tradición de la India y su lectura es mi interpretación. Pero sin duda el tercer ojo se relaciona con nuestra capacidad de despertar desde la conciencia. Una luz esencial para ver el mundo con otros ojos!
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