06 octubre 2006

Y tú… ¿qué ves? …. (Acerca de las infinitas lecturas de la realidad…)

La presencia real y onírica de “lo conejo” en el último tiempo (en post previo), me conectó con las posibilidades de interpretar la realidad como si fuera un sueño. Es un ejercicio que me asalta a momentos, y que tiene que ver finalmente, con el juego de tomar como símbolos los “objetos” o “sucesos” concretos que pasan en la realidad (o “realidad” para ser exactos…) Porque en el fondo, cuando uno hace la apuesta de interpretar un sueño, está apostando a que los elementos del sueño “significan” o “simbolizan” algo, una otra cosa… Y la realidad puede tomar aspectos tan oníricos, a veces, no? En esos momentos mi tendencia natural es aceptar lo onírico de la realidad y, más allá de la rotunda realidad que un hecho contenga, aceptar el regalo, y tomármelo también como un símbolo. Una señal, un guiño, algo que interpretar… Y me gusta.

Me percato que me muevo con comodidad en la concepción de un mundo en el cual todo puede significar algo, significar algo más allá a veces incluso de nuestra comprensión concreta, inmediata de las cosas. El misterio me mueve. Me gusta. Y me gusta la sensación de sentirme en varios planos al mismo tiempo. Uno, el plano de la cotidianidad. De lo concreto. Lo real. Lo material. El mundo de la física newtoniana, donde si arrojo un objeto, cae bajo la fuerza de gravedad. Donde las leyes básicas acerca de las cosas funcionan. Pero, realmente ¿funcionan? Inevitablemente, entonces llega lo interesante… El plano de lo qué no funciona (aunque no es necesario que deje de funcionar para que tenga sentido…). Cuando las leyes de la ciencia no aplican (o más bien, no interesan…). El sabroso misterio de la vida. La magia. Suele llegar con sutileza, es verdad. La magia, después de todo, suele ser sutil y precisa de unos ojos dispuestos a ver las sutilezas… en fin. Digresiones… En lo concreto, el mundo bien dispuesto a ser símbolo, está ahí disponible. en un plano paralelo al mundo material y concreto.

Y bueno, como una cosa lleva a la otra, recordé una maravilla del chamanismo polinésico que leí alguna vez, y que quiero compartir pronto por estos lares… Se trata, de las múltiples posibilidades de leer la realidad que existen, de los múltiples niveles de la realidad que conviven y que están disponibles para nosotros. Porque, finalmente, el cómo uno mira determina en mucho el qué ve uno... Quizás en el próximo post me animo a darle cuerda.. porque da para mucho!!

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