25 octubre 2006

“Tropecé de nuevo y con la misma piedraa…”

“…los eventos de tu vida están intentando mostrarte un patrón tan antiguo
como el del viaje de tu propia alma…”
Parece no ser una idea tan extraña esto de que “hasta que no se resuelve, el pasado está condenado a repetirse”. Está dicho en tantos idiomas y desde paradigmas tan diversos que van desde el psicoanálisis hasta la reencarnación… Y sin embargo, e independientemente de desde donde lo analicemos (o del nivel de verdad que le achaquemos a la teoría en cuestión), pasa. Tendemos a repetir y a repetir patrones, historias, errores... Ya sea como almas, individuos, familias, generaciones, pueblos, naciones, y sobre todo, y muy particularmente, como especie completa, tendemos a volver una y otra vez a ciertos círculos que parecen inevitables…

Pareciera tener algo del automatismo de las adicciones (adicción a lo que sea, sustancias, trabajo, emociones…). En algún momento se activa el piloto automático, y… Zás!! a la misma cosa otra vez. Pero en algún sitio, en algún nivel, por algún rincón, está uno, observando(se), sabiendo lo que hace… o más bien cómo lo hace: repitiendo. Y entonces deja de servir el argumento de “es que no sé hacer otra cosa”, porque, después de todo, hacemos tantas cosas sin saber hacerlas, no? Y por otro lado ahí está nuestra capacidad de exploración y búsqueda, tan dispuesta justamente a hacer otra cosa… No. No se trata de eso.

No está de más -más bien la señal de alerta es esa- mirar qué es lo que repetimos. La narrativa, el cuento, la historia que insistimos en protagonizar. Tiene tanto que mostrarnos...
Si uno está relativamente conectado con sí, de alguna manera la repetición va siendo un tanto distinta con el paso del tieempo. Digamos que, se parece, y no ya que es exactamente igual. Como en el hilo ascendente de un resorte, volvemos a veces a un mismo punto, pero ubicado más arriba (o más abajo, por qué no…). El mismo punto, pero a otro nivel.

Y claro, sin duda, avanzamos. La magnitud de los errores disminuye, la gravedad de la situación se aliviana, el período en que reaccionamos se acelera. (cuando la cosa ha ido más o menos bien) Pero el punto es preguntarse para qué el patrón. Y un patrón busca ser el amo, ante situaciones que por abiertas pudieran angustiarnos. Tenemos la oportunidad de construir algo nuevo, y en cambio, aparece la respuesta automática. Tolerancia a la ambigüedad. Pero, más que tolerancia, ¿por qué no gozo de la incertidumbre?

De todas maneras, últimamente, he sentido que más allá de los que ascendamos a través del resorte, el punto es cómo salir de él. Tengo la sospecha que, si nos salimos de esa dinámica, la repetición podría perder su sentido. Porque para quien está en el presente, no hay pasado que repetir. Solo presente que construir. Y no después. Ahora. Últimamente, llego a la conclusión que de lo que se trata es de mantenerse conciente. Alerta. Resolver el pasado tiene que ver con disolverlo. No hay deudas, no hay aprendizajes. Solo se está aquí, respondiendo a la situación presente y no hay otra manera de hacerlo que no sea de una nueva manera… Aunque nadie lo note. Y si encima, uno puede comenzar a gozar de cada acto inaugural (y no por ello menos cotidiano), entonces tanto mejor…

3 comentarios:

Mordisquitos dijo...

De algún modo la idea del eterno retorno es la idea de un espacio finito, por lo tanto condenado a repetirse. Es la idea de una probabilidad finita, la idea de que tarde o temprano, por infinitos que parezcan los factores de nuestras vivencias, habremos de regresar a lo mismo.

O. dijo...

"Alerta. Resolver el pasado tiene que ver con disolverlo. No hay deudas, no hay aprendizajes." Incluso el volver a tu blog ha de ser algo como un intento de disolución. Esa cita me tiene hipnotizado. Me gustaría que me dibujaras un mapa de dónde vino la idea detrás de la cita, sería un gesto de infinita amabilidad de tu parte.

Ximena dijo...

¿Un mapa de la idea detrás de la cita, marqués? Mas que un gesto de amabilidad, sería un retorno al 25 de octubre de 2006, que se me torna imposible...

El mapa de la idea detrás de la cita tenia entonces 33 años y 5 meses de experiencias, lecturas, procesamientos, conversaciones...

Proust me ayudara con esto: "A partir de cierta edad, nuestros recuerdos están tan enmarañados unos con otros, que la cosa en que pensamos, el libro que leemos ya casi no tiene importancia. Hemos puesto de nosotros mismos en todo, todo es fecundo, todo es peligroso, y podemos hacer en un anuncio de un jabón descubrimientos tan valiosos como en los Pensamientos de Pascal"

En fin, tu hipnosis con la frase es más importante que cualquier cosa o relacion de autores que yo pudiera hacer por o para tí. Tu tienes mas respuestas sobre ti que cualquier otro. Lo que puedo declarar aqui es que la inspiración más obvia aqui tiene que ver con las filosofias orientales (zen) sobre el presente como unica realidad. Un estado realmente conciente del (tan mentado) estar aqui/ahora hace imposible la deuda y el aprendizaje. Ambos son necesariamente frutos del pasado. Por supuesto, por lo menos como yo lo veo: todo que ver con Castaneda también. Ve a la cita de Octavio Paz en "Las Enseñanzas de Don Juan"...