20 septiembre 2006

Enigmas de Conejo...


La presencia real de un conejo en estos días me hizo volver a recordar un sueño de conejos y gatos, en la originaria semana de nacimiento del "Arte de lo Inútil". Y aunque de hecho la experiencia fue bastante onírica, ocurrió y me dejó una sutil fragancia de extrañeza: atardeciendo, parada en el césped después de un maravillosa y celebrada tarde con amigos, me detengo en medio del patio a hablar por teléfono, con la cordillera como muro de apoyo. Y entonces me fijo que un conejo -el conejo de mis amigos- está absolutamente absorto en dar vueltas alrededor mío. Gira haciendo círculos en un sentido, luego da vueltas en sentido contrario. Toma una velocidad no despreciable y gira y gira por un rato. Luego se va... Y me quedo con esta sensación de extrañeza, de asombro y de risa. Fue un momento bello ver al conejo en esta interacción tan sui generis conmigo. Y se me vino como un regalo que me recordó aquel otro momento onírico de conejos y gatos...

Y entre conejo y conejo, ha sido un buen curso, el de este río que ha venido fluyendo. Las cosas que han ido pasando. Los procesos. Los encuentros. Los (re)descubrimientos. Este ha sido un mes particularmente extraño en el que necesitaba hacer recuentos y limpiezas. Y como las cosas suelen ocurrir cuando uno las necesita (y las desea) los eventos conmovedores, removedores y renovadores me han visitado sutiles, firmes y no exentos de asombro. Finalmente no pierdo la capacidad de asombro y eso me gusta. Y pareciera que las cosas nunca pueden ser tajantemente clasificadas. Ocurren y llegan formando parte de entramados que tantas veces nos preguntamos de donde vienen y adonde van. Y la renuncia a buscar explicaciones puede ser muy dulce y gozosa a veces. No siempre... Me he sentido testigo de los entramados de los que he venido formando parte. Eso no le ha restado emoción y pasión a los devenires, pero… le ha dado unos toques de magia y sopresa extra que han sido interesantes. Y eso hace algo diferentes los recuentos y limpiezas.

Por ahora compruebo que el tema de las siembras un par de post antes, y las fertilidades me han estado rondando. Después de todo, vivir la propia vida como quien está gestando y sembrando, no deja de tener matices nuevos y ser interesante, después de todo. Sobre todo porque es una lectura de las cosas que puede resultarte a cualquiera perfectamente inútil…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al leer la primera vez la historia del conejo creí que era un sueño tuyo,al leerlo más tranquilo la segunda vez,me di cuenta que sucedió en tu patio real,y quede pensando, gatillado con la multiples imágenes que me recordaba ese conejo, que lo imagino blanco al lado de un conejo negro,que va en dirección al cielo y luego al infierno, que es el yin y el yang ,me recuerda también el conejo de la suerte apareciendo con su zanahoria y diciendo ¿Qué hay de nuevo viejo?,también los conejos de mi infancia cuando mi padrastro los criaba y faenaba con nuestra mirada
de horror y morbo viendo sus entrañas y luego ...bueno esto último no tiene nada de magia,pero esta junto a lo otro.También me recuerda el conejo que sale del sombrero negro del mago, o el que guía a Neo al encuentro con Trinity,y también el conejo que es energía sexual inagotable,hay que buscar en las culturas ancestrales que significa, o por último ,no estoy seguro,pero es en Alicia en el país de la maravillas cuando conejo dice que ya es tarde, o que está atrasado?.Me despido agradeciendo tu hermoso blog, ya lo había visitado antes, pero es la primera vez que me atrevo a escribir un comentario.Con mucho cariño roberto yanten.

Ximena dijo...

¡Que bueno recibir tu comentario! Y que cantidad de imágenes se te vinieron! Se agradecen. Parece ser que los conejos son realmente potentes en su caracter simbólico. Pasan cosas con ellos. Te agradezco mucho lo que compartes en el comentario, aporta para ir construyendo (o reconstruyendo)el enigma conejo sugerido...
Gracias de nuevo por las visitas y el comentario! Con cariño, Xime